*Carta a una lady y una canción para tener en cuenta.
Unos buscan los espacios más propensos a ser descubiertos para iniciar una acalorada sesión amatoria.
Otros empiezan una relación prohibida, ante el adrenalínico y placentero bichito de que los demás no sepan lo que a su costado sucede.
Yo me declaro parcialmente del segundo grupo.
En mi caso, no es un juego. No es a propósito.
Recién lo he descubierto y puedo sacar dos conclusiones a partir de ello, sin revelar explícitamente lo que mi situación se trae entre manos.