domingo, enero 10, 2010

esos adioses sin despedidas

*Quién miércoles nos entiende.


Las mejores despedidas son las que no incluyen ningún adiós. Simplemente desapareces, no dejas rastro. Te conviertes en solo un recuerdo. Para bien o para mal, terminas siendo una mera evocación.

Si esa persona escucha tu nombre, lo único que experimenta es un viaje en el tiempo. Tiempos aquellos: un olor, un sonido, una sonrisa, su voz a lo lejos, cosas que se dijeron y otras que pasaron. O recuerdas solo lo bueno, o recuerdas solo lo malo. O es una o la otra.