miércoles, setiembre 16, 2009

Juguemos a las escondidas

*Carta a una lady y una canción para tener en cuenta.



Unos buscan los espacios más propensos a ser descubiertos para iniciar una acalorada sesión amatoria.

Otros empiezan una relación prohibida, ante el adrenalínico y placentero bichito de que los demás no sepan lo que a su costado sucede.

Yo me declaro parcialmente del segundo grupo.

En mi caso, no es un juego. No es a propósito.

Recién lo he descubierto y puedo sacar dos conclusiones a partir de ello, sin revelar explícitamente lo que mi situación se trae entre manos.