miércoles, enero 28, 2009
El negocio del amor (o business son business)
domingo, enero 11, 2009
Balance 2008: lo vivido es solo el inicio de lo que vendrá
*En la vida, podemos querer muchas cosas en el momento, pero en el fondo siempre sabemos lo que queremos para toda la vida
Por su alegre lírica, una acertada manera de describir este momento. The Killers - Spaceman.
Empezaré por el final: el balance del 2008 me deja como un completo ganador. Inesperado premio para quien muchos daban por vencido, allá por meses que suenan tan lejanos como marzo y abril. Hoy me resulta un completo orgullo decir que ha sido un buen año.
Quienes hayan leído este blog, al menos de vez en cuando, entenderán de lo que hablo. Desde el pesimista post La historia circular hasta el pícaro Los amores prohibidos y los amores imposibles, pasando por El arte de olvidar, Que Dios te coja confesada, Cómo ser una buena ex novia y El arte de perdonar, entre otros, este año elextra se pintó de rosa. Lo digo porque se volvió monotemático, y solo supo hablar de amor. No lo culpen, fueron las circunstancias. Vicisitudes que quedaron en el pasado y que resultan anecdóticas frente al mar de buenos sucesos para sí recordar que este 2008 me trajo. Y creo que en parte también se ha notado con los últimos posts publicados.
Esta terapia introspectiva ha resultado más que saludable y más que positiva. Y el gran saldo es comprender que uno solo conoce y comprende el amor luego de haberlo vivido y sufrido. No hablo de simples enamoramientos o los ‘crush’, como dirían los gringos. Hablo de relaciones duraderas, de amores correspondidos, de amor, amar y ser amados.
Me he encontrado frente a amigos y amigas, quienes en su momento más depresivo me han hecho, cada uno a su manera, la misma pregunta: ¿Pasará? Y la respuesta siempre fue la misma: Todo pasa. ¿Cuándo? ¿Cuánto más tengo que esperar? Pues el tiempo mismo te lo hará saber. Cuando menos lo pienses la cosa puede cambiar. Solo te digo algo más: no esperes sentado.
Entonces, ¿qué hacer con tanta soltería? Para los hombres no faltarán mujeres; para las mujeres sobrarán hombres. No está nada mal. Es como debe ser. No hablaré de mi cuenta en esta soltería por respeto a las chicas que sí quiero. Si mi balance es tan positivo no es solo por ellas, aunque en gran medida, y cada una sabe por qué, en diferentes cantidades.
Mejor hablemos de las otras cosas que dejó este 2008.
- Viejos reencuentros con sabor a hasta luego.
En su primera parte, la soltería dejó un saldo de varias mujeres del pasado que volvieron a destapar antiguas transas. Típica situación de un soltero.
- Proponer a priori unos pasos para olvidar, y culminar satisfactoriamente el proceso.
Desde “Desahogarse” hasta “Que no te importe”, poco a poco se logró de verdad (porque yo anunciaba haberlo sobrepasado antes de tiempo) los pasos especificados en El arte de olvidar. “Perdonar. No guardar rencores” es el último paso que con el post El arte de perdonar no lo contradije, pero sí lo modifiqué. Y con ese cambio dije que uno no siempre debía perdonar, aunque es mejor vivir sin rencores. Ese último paso lo sobrepasé, cuando decidí que no iba a perdonar nada.
- Más amistades y nuevos mundos por descubrir.
La soltería me devolvió viejas amistades y muchas nuevas. También fortalecí otras. Ahí sí tengo que agradecer: gracias por dejarme libre.
- Más tiempo.
Y más juerga, más rock’n roll, más escritos, más guitarra, más amigos y amigas, más mujeres, más chamba, más logros, más plata, más todo. Mayores satisfacciones. Menos cine, pero hubo teatro. Menos comiditas y postrecitos, pero más de eso en sentido figurado. Más de lo mejor, y menos de lo trivial.
- Haber abierto los ojos y haberme dado cuenta de la realidad.
Dice Xavier Velasco, en tremenda novela Diablo Guardián, “La gente se enamora y no vomita. Por eso se envenena”.
- Metas.
Tener nuevas metas y proyecciones más acordes a lo que siempre soñé.
- Ser feliz.
Si dudaron que al cierre de este año lo terminara siendo, pues se equivocaron. Soy feliz, y estoy aun más feliz de serlo.
Es cierto, en el fondo preferiría estar acompañado. La búsqueda sigue en marcha. Una búsqueda pasiva pues más que todo espero. Espero a conocer una chica y, en tan solo unas salidas, decir: “ella es”, y listo. Punto final.
Este 2009 empezó muy bien y se augura un año perfecto. ¿Te encontraré?