Y entonces, ¿Qué somos? ¿Tan sólo carne y hueso? ¿Nuestra existencia se reduce a semejante insignificancia? ¿Como si fuésemos un plato de comida que si no tienes hambre se lo lanzas al perro? ¿Qué queda de nosotros al fin y al cabo, al final de todo?
¿Qué carajo somos los hombres? No. ¿Qué carajo somos los seres humanos? Vivimos con tantas ansias de dinero y poder. Pero si lo vamos a perder todo... ¿De qué carajo sirve? Al final todos seremos polvo.
¿Y qué hacemos, entonces? ¿Mandamos todo a la mierda porque todo es en vano? ¿Para qué vivimos, entonces?
Todo esto parece a: "¿De dónde viene el hombre? ¿Existe un dios? ¿Cómo se formó todo el mundo?" No encontraremos las respuestas, al menos por ahora. Sin embargo, algún esbozo de respuesta se puede formular: Si al final nuestro cuerpo quedará para los gusanos, al menos no seamos uno de ellos. Al menos que el fin de nuestros días nos alcance con la frente en alto, de cierta forma tranquilos porque sabemos que no cambiamos el mundo, pero que al menos lo intentamos, al menos hicimos lo que pudimos. ¡Y al diablo! Que los demás se encarguen del resto, que continúen nuestro trabajo.
PD: Puede que este post no sirva de nada. La verdad, no lo sé. No me interesa mucho, tampoco. Sólo tenía ganas de decirlo, y de escribirlo. El tiempo es más corto de lo que pensamos. La vida se nos puede pasar de largo muy fácilmente. Entonces, ¡¿Qué esperamos?!
PD(2): Quiero desarrollar un par de dudas existenciales que cargo conmigo, sobre mis hombros. Esta es una de ellas. Es más compleja, pero lo escrito al menos plantea un poco lo que poco a poco iré desarrolando en los sigueintes días, con la única finalidad de ser una terapia personal.
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